
Esto se debe a que los jefes de las empresas someten a sus trabajadores más eficientes y brillantes, por miedo a que estos sean una amenaza. Y estos trabajadores, al tener miedo de ser despedidos y no volver a poder encontrar trabajo o de que sufran recortes en sus sueldos, siguen la voluntad de sus dirigentes, sin importar lo que les pidan o ser humillados delante de otros trabajadores.

Solucionar estas situaciones es algo muy difícil, ya que casi ningún caso llega a ser denunciado o tratado por un juez. Por lo que lo más eficaz sería aumentar las medidas de prevención, para que todos se conciencien de las consecuencias que puede tener ser acosado en el trabajo.